Por cédula real, el 21 de septiembre de 1551 se fundó en la Ciudad de México, la Real Universidad; una bula, expedida por el papa Clemente VIII en octubre de 1597, la convirtió en Universidad Pontificia. El establecimiento de la Universidad obedeció a la insistente solicitud del grupo criollo, que demandaba educación superior, y al interés por evitar que los hijos de las familias ricas se trasladaran a España para realizar estudios superiores. En la Universidad se impartían las carreras de Teología, Derecho, Filosofía y Medicina. Los grados otorgados por esta institución eran los de bachiller, licenciado, maestro o doctor. La enseñanza se caracterizaba por ser dogmática y religiosa, se impartía fundamentalmente en latín y consistía en la lectura y el comentario de libros en clase. En esta Universidad no eran admitidos los indígenas, los mestizos ni las mujeres, estaba bajo el poder civil y clerical y fortaleció el dominio de españoles y criollos sobre las demás clases sociales. El virrey Antonio de Mendoza, conforme a lo dispuesto en la cédula real de mayo de 1535, estableció la primera Casa de Moneda de la Nueva España. La institución funcionó durante más de dos siglos como empresa privada, hasta el 14 de julio de 1732, cuando oficialmente se asignó la acuñación a la Real Hacienda, aunque todavía demoró treinta años en asumir esa tarea. Las monedas emitidas a partir de 1536 eran de plata y debían tener un peso determinado, de ahí el nombre de nuestra moneda: peso. Otra institutción que se fundó en Nueva España a finales del siglo XVII fue el consulado de comerciantes. En 1603 se creó en la Nueva España el Consulado de la Ciudad de México, encargada de regular las ventas, cambios, seguros marítimos y terrestres, cuentas pagos y las operaciones y los asuntos relativos al comercio de mercaderías. También el Consulado vigilaba la llegada de las flotas y los galeones a Veracruz, y la del galeón de Manila a Acapulco; controlaba las importaciones y exportaciones y fijaba el pago de los derechos de ida y vuelta. En 1795 se creó el Consulado de Veracruz. Su jurisdicción abarcaba la intendencia de ese puerto y la villa de Jalapa. En el mismo año se erigió el Consulado de Guadalajara, con jurisdicción sobre el vasto territorio de la Audiencia de Nueva Galicia. Asimismo se establecieron otras instituciones, como los colegios fundados por la Compañía de Jesús, los cuales se distinguieron por sus avanzados métodos de enseñanza. En estos colegios se impartía educación media, aunque hubo algunos de educación superior. Los jesuitas abrieron colegios en variadas ciudades y villas del Virreinato; entre los más importantes se puede mencionar el Colegio Real de San Pedro, San Pablo y San Ildefonso (1618) de la Ciudad de México. La labor intelectual de los jesuitas contribuyó en gran medida al despertar criollo, pues fueron maestros, consejeros y representantes de los grupos oprimidos por los españoles.
La fotografía última: ¿Pertenece a la Casa de Moneda? ¿Cuál es la fuente?
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